Pinturas "Económicas"

 
Se ha creado toda una serie de mitos en cuanto a las pinturas. Que si tal o cual marca es mejor, que si los colores son los adecuados, que si ya el acrílico supera a las pinturas de aceite, que si cumplen con la norma FS (Federal Standard de los EUA) o RAL alemana en caso de modelos de la II GM. El caso es que, al concurrir a exposiciones y ver modelos terminados, notamos que pocos modelistas, muy pocos en verdad, se ajustan estrictamente a dicha norma y, muy recientemente, hay quienes incluso combinan distintas pinturas y técnicas. Y eso es lo que importa: el fin, no el medio, y pensar que el hobby no está ni regulado por alguna norma judicial ni debe prescindir de ese disfrutable grado de libertad que vaya más allá de simplemente recrear o copiar, sino de verdaderamente estar creando. Obviamente es muy válido (y qué bueno que así sea) que cada modelista imprima su sello muy personal, sin salirse de ciertos parámetros, a su obra.

     Al estar hablando de una actividad donde lo principal es la creatividad y la diversión, no es justo "sentirse preso" o restringido al tener que terminar un modelo como lo ilustra la portada de la caja o algún libro de referencia, en los que los colores de una impresión mal calibrada y descuidada se alejan mucho de la realidad, creando confusión y frustración. Aunado a ello, hay que considerar si el acabado que se le quiere dar al modelo es de "recién salido de fábrica", "intemperizado", "mita y mita", pero además intervienen otros factores, sobre los que no estaría mal documentarse, como lo son los desgastes, decoloraciones por exposición a la intemperie, época a la que pertenece el modelo original, condiciones climáticas y presupuestarias de los fabricantes, concesionario para la elaboración de la pintura original, método de aplicación y, en fin, todo un laberinto de posibilidades.

Como experiencia personal les diré que he encontrado gran satisfacción al "hacer" mis propios colores partiendo de los tres primarios, más el negro y el blanco, o en el caso de los metalizas, del aluminio, plata y cobre. Es todo un reto, pero a final de cuentas me ha llevado a aprender muchísimo más de mezclas, colorimetrías, colores en sí mismos, respuesta de diversos tipos de pintura, epocas, nacionalidades, etcétera, además de que ese "placentero sufrir" en el que se hacen cientos de experimentos es una parte muy divertida y creativa, aunado a que, en la mayoría de las veces, creo haber conseguido, por muy pocos pesos, resultados muy semejantes a los que obtendría comprando la consabida botellita de pintura, que además de más cara no me da la oportunidad de experimentar y disfrutar. De hecho, he incorporado la "fabricación" o mezcla de mis propias pinturas como una actividad más dentro del modelismo, tal y como lo hacemos también aquéllos a los que nos gusta fabricar nuestras propias herramientas e ir "un paso más allá de lo que dice el manual". Desde luego, no estoy hablando de que esto sea una técnica sustitutiva, sino meramente complementaria a las pinturas "de marca".
 

   Otro punto a considerar en el pintado de modelos (también soy pintor artístico y en mis óleos me ha funcionado) es el de utilizar un color "generalizador" o "unificador", no simplemente para enfriar o calentar un color determinado u obtener matices del mismo, sino para dar una apariencia más realista a los modelos, que no se vean como un simple juguete o como una de esas artesanías que se hacen pintando figuras de yeso. Y es tan sencillo como incorporar un pequeñísimo porcentaje de cierto color a todos los otros colores que vayamos a utilizar, para que al secar haya congruencia y uniformidad en los tonos, a menos que, como sucede en ciertos camuflajes, se trata de que algunos colores contrasten intensamente entre sí, donde también se vale "darle una ayudadita" a los colores originales para que cumplan su cometido.

 

    Regresando al punto medular, he comprado pinturas de aceite comercial, de esas que se venden en expendios con el nombre de diferentes fabricantes. Lo que hago es primero mezclar los diferentes colores para obtener el que requiero. Acto seguido incorporo, según el caso y la consistencia de la pintura, y haciendo pruebas previas, de 25% a 33% de matizante para pintura de aceite, que es un líquido en el que se ha mezclado talco con barnices y diluyentes, y que se vende en los mismos expendios. Si se llega a "transparentar" la pintura y a secar muy rápido superficialmente, es que se agregó demasiado matizante. Si por el contrario, la pintura sigue conservando su brillo, habrá que agregar más matizante, hasta obtener los resultados deseados. Como tercer paso, y dado que dicho matizante es una especie de "vampiro de thinner", agrego unas cuantas gotas de este último líquido hasta darle la consistencia y fluidez adecuada a la pintura, independientemente de si usaré pincel o aerógrafo, en cuyo caso tendré que hacer los ajustes necesarios. Como punto final, le pongo una o dos gotas de aguarrás (no más), que conservan la pintura "fresca" por mucho mayor tiempo, contrariamente al mito aquél de que "nunca se le ponga aguarrás a la pintura para modelismo". Ojo: guardar las mezclas en frascos, no en botes, porque la natural evaporación de los diluyentes (uno de los factores de envejecimiento de la pintura) será menor en un recipiente con rosca que en uno que supuestamente debe cerrar a presión, pero que con la acumulación de pintura seca después presenta problemas.

     No hay que olvidarse de echar dentro de los frascos unos tres balines, de preferencia de acero inoxidable, para poder revolver "a mano" la pintura, agitándola en forma circular (ya me pasó una vez que, al agitar en forma vertical y con tanta fuerza, que estrellé el vidrio). No sé si "descubrí el hilo negro", pero me gustaría saber más sobre esto.

Artículo proporcionado por:   Santiago Fuentes Sáenz.